jueves, 19 de noviembre de 2015

¿LITERATURA MASACRADA? ¡NO, GRACIAS!




¿LITERATURA MASACRADA? ¡NO, GRACIAS!

Actualmente la literatura dista mucho de ser una asignatura bien tratada en el sistema educativo español.
Los amantes de la misma entre los cuales se encuentran no solo profesores, sino también algunos alumnos, perciben con estupor como lo esencial de esta asignatura es “resumido”, “fusilado”, “sintetizado” hasta la extenuación.
Esto se observa sobretodo en 2º bachillerato curso en el cual la literatura queda relegada a meros apuntes que rayan en lo telegráfico.
¿Cómo es posible que autores tan imperecederos como  pueden ser  Gustavo Adolfo Bécquer, Benito Pérez Galdós o Federico Gª Lorca -por citar solo algunos- sean estudiados y explicados en algo menos de un folio? Pareciera como si el alumno hubiera de “vomitar” los datos de cada autor de manera autómata, robótica, con el único propósito de aprobar un examen, como si de un rutinario y aburrido trámite se tratara, pero eso sí lo más escuetamente posible y sin “omitir cosas” ¿MÁS OMISONES QUE LAS QUE YA DE POR SÍ SE HACEN? ¡POR FAVOR!
¿Es que Acaso hay que dejar que la literatura se convierta en una absurda acumulación de nombres, fechas y periodos no relacionados unos con otros?
¿Qué pasa con la vida de los autores y los motivos que les llevaron a escribir tan magnas obras, así como el contexto histórico en que fueron escritas? ¿Se vive en solamente dos o tres líneas?
Es innegable que la literatura constituye la manifestación cultural más genuina de un país y si esta se pierde, se “extirpa” a la nación de un legado único e imperecedero que no ha de “cercenarse” para que quepa en un folio DIN A4.
Hay que enseñar a los alumnos a amar la literatura, a ver en ella una vía de escape a los abrumadores problemas que todos atravesamos.
Esto está muy lejos de cambiar, pues en los programas de estudio la literatura tiene cada vez menos cabida. ¿Por qué, por ejemplo, literatura universal es optativa, y se priva al estudiante deseoso de conocimiento adentrarse más en la misma?
Al fin y al cabo la literatura es una manera de expresar el mundo, de sentirlo, de vivirlo. En palabras de  Franz Kafka “Ésta constituye siempre una expedición a la verdad.” Ahí radica su función “terapéutica”.
Si se desea instruir a los ciudadanos, ¿Qué mejor herramienta que la literatura, madre de todas las artes?
Así que hay que decidirse a actuar pronto para que tan gran legado no se pierda con el tiempo y ni si quiera se aluda a él en un futuro, ¿y cómo ha de hacerse esto? Manifestándose ahora y luchando para que los “fascistas de la cultura” no acaben con ella.

Jairo Vélez Ramos                                                         2º Bachillerato A.

martes, 10 de noviembre de 2015

Concurso de Relatos de terror del aula de apoyo.II.Laura Okpala 1º S A



NO FUI YO, FUE EL DESTINO

Carolina era una niña extranjera que vino a España en intercambio de estudiantes. Como no hablaba muy bien español, todos los niños se reían de ella. Hasta que un día decidió vengarse de sus compañeras,  en especial  de Mara porque ella fue la que la llamó “analfabeta” delante de todos y desde entonces ese pasó a ser su apodo.
Un día, Carolina colocó un bote de alubias encima de la  puerta del baño y cuando Mara salió de éste no pasó lo que se esperaba, que se cayeran sólo las alubias, sino que se soltó la cuerda del cubo y  le dio  con el borde en la cabeza y la dejó inconsciente,  y antes de que nadie la viera Carolina cogió a Mara y la llevó al contenedor de detrás del colegio y la metió en la basura pensando que estaba muerta y se volvió a clase como si no hubiera pasado nada.
Al salir del colegio esperó a que todos se fueran para volver al contenedor a buscar Mara  Se fue detrás del gimnasio y la enterró viva sin que nadie hubiera sospechado nada antes. Después se fue a su casa tan tranquila.
Al día siguiente, a la hora del recreo se acercó a ver si todo seguía bien y  se llevó una sorpresa descomunal al comprobar que  el supuesto cadáver había desaparecido. Carolina se volvió loca y se fue corriendo al baño para tranquilizarse,  abrió el grifo, se mojó la cara y se miró en el espejo, cerró los ojos y dijo: “No fui yo, fue el destino”   y al abrir los ojos vio el reflejo de Mara en el espejo. Se dio la vuelta, pero no había nadie. Se volvió a limpiar la cara diciendo esas mismas palabras con los ojos cerrados. Al abrirlos, se vio reflejada a Mara en el espejo y vio  que sus ojos estaban rojos y su ropa llena de sangre. Se dio la vuelta y comprobó que esta vez si que estaba Mara con un cubo de la mano y diciendo:”NO FUE EL DESTINO, FUISTE TÚ”.
Pasados unos días sus compañeros se extrañaron de que no asistiera a clase así que fueron a su casa y le preguntaron a sus padres. A la madre se le saltaban las lágrimas mientras decía que su hija se había suicidado y que había dejado una nota que la que ponía: “NO FUI YO, FUE EL DESTINO”.

Laura Okpala 1º S A


Concurso de Relatos de terror del aula de apoyo. Karen Suárez 2º S D



La muñeca de porcelana
¡Mamá, quiero esa muñeca! Dijo Isabel muy nerviosa por tener una nueva muñeca.
Volveremos mañana a comprártela, ¿Vale? Pero me lo tienes que recordar, le dijo su madre en la tienda de antigüedades.
Isabel tenía solo siete años, pero podía tener todo lo que quisiera y le gustase gracias a la mirada de pena que les ponía a sus padres.
Esa misma noche, la pequeña tuvo dificultades para dormirse ya que solo pensaba en su nueva y ansiada muñeca. Incluso si tenía un brazo menos, para ella era la muñeca más bonita de porcelana que había visto nunca.
A la mañana siguiente, Isabel desayunó viendo sus dibujos favoritos como cada día. Había soñado tanto con esa muñeca que estaba ya cansada. Ya no quería esa, no le gustaba ya. Pasó todo el día jugando con las otras tantas muñecas y juguetes que teína así que no  recordó a su madre que tenían que ir a por la muñeca de porcelana.
Y, de repente, llegó la noche. Una noche oscura y fría. Era hora de irse a la cama. Isabel se cepilló los dientes y se fue a dormir al piso de arriba. Su madre no pudo subir con ella porque tenía cosas que hacer, aspecto que incomodó bastante a Isabel ya que era muy miedosa.
Una hora después de haberse dormido Isabel y su madre, una voz aguda la despertó susurrándole al oído: “subo uno, dos, tres escalones…”Isabel gritó. Asustada llamó a su madre-¡mamá, hay alguien en las escaleras que hace ruido!-. Su madre se acercó corriendo  a su habitación para tranquilizarla y revisó todo. Le dijo a su hija que no se preocupara porque allí no había nada ni nadie.
Al irse la madre de su habitación, Isabel volvió a oír otra vez ese mismo susurro: “subo cuatro, cinco, seis escalones…”. La pequeña volvió a chillar y su madre volvió a su habitación y la trajo un vaso de agua fría como a ella le gustaba e Isabel  al fin se durmió.
La pequeña y terrorífica voz continuó: “subo siete, ocho, nueve, diez escalones y ya estoy en el pasillo” repitió con voz malvada.
A la mañana siguiente la madre se sorprendió de que Isabel no estuviera despierta y pensó que tal vez fuera por las pesadillas que había tenido la noche pasada, así que subió a buscarla a la habitación. Cuando llegó, el grito de terror y miedo al ver a su hija ahogada en su propia sangre, apuñalada y con el brazo arrancado y colocado en la pequeña y adorable muñeca de la tienda de antigüedades, fue más poderoso que los gritos que había dado Isabel la noche anterior. Al momento, la madre se desmayó y cayó al suelo al ver tanto horror en aquella habitación.
                                                                                                                                             Karen Suárez 2º S  D